Ataque del 51% en Criptomonedas: ¿Puede Hackearse Bitcoin? Guía 2025

2025-09-18 06:44:30

Bitcoin suele recibir elogios por su fuerte seguridad, pero quizás hayas escuchado el término “ataque del 51%”, un escenario donde teóricamente alguien podría tomar el control de la red de Bitcoin. En esta guía, explicaremos qué es un ataque del 51%, cómo funciona y si Bitcoin podría ser hackeado de esta forma. También veremos ejemplos reales de otras criptomonedas y discutiremos por qué Bitcoin ha estado seguro hasta ahora. Hasta septiembre de 2025, ¿ha sufrido Bitcoin algún ataque del 51%? ¿Qué se necesitaría para lograrlo? Sigue leyendo para obtener respuestas claras y sencillas.

51 attack on blockchain

¿Qué es un ataque del 51%?

Un ataque del 51%, a veces llamado ataque mayoritario, es una agresión contra una blockchain donde un actor malicioso (o grupo) logra controlar más del 50% del poder de minado (hash rate) de la red. Al controlar la mayoría del poder computacional, los atacantes pueden dominar el proceso de añadir nuevos bloques a la blockchain. Este control les permitiría realizar acciones peligrosas como:

  • Doble gasto de monedas: Podrían gastar monedas y luego crear en secreto una versión alterna de la blockchain donde esas transacciones nunca ocurrieron, gastando efectivamente las mismas monedas dos veces. Esta es la motivación principal de un ataque del 51%: falsificar transacciones para obtener beneficios financieros.
  • Bloquear o revertir transacciones: Con el poder mayoritario, los atacantes podrían impedir que los bloques de otros mineros se confirmen, o incluso reescribir bloques recientes. Podrían evitar que ciertas transacciones se añadan a la blockchain o cambiar su orden.
  • Control sobre nuevos bloques: Los atacantes podrían minar bloques más rápidamente que el resto de la red, obteniendo así la mayoría de las recompensas y comisiones, y dictando la “cadena verdadera” (ya que, en el consenso de Bitcoin, la cadena más larga prevalece).

Sin embargo, es importante destacar lo que no puede hacer un ataque del 51%: los atacantes no pueden robar monedas directamente de las carteras de los usuarios (solo pueden afectar transacciones en tránsito). Tampoco pueden cambiar las reglas del protocolo (por ejemplo, no pueden crear nuevas monedas fuera del límite fijo de Bitcoin), ya que estas reglas están protegidas por los nodos de la red y la criptografía. El ataque afecta principalmente el historial de transacciones y la confianza en la red.

En resumen, un ataque del 51% compromete la integridad del libro mayor al permitir que una parte maliciosa sobreescriba temporalmente el consenso. Es como si alguien pudiera reescribir el último capítulo de un libro de historia compartido porque controla más de la mitad del poder de edición.

¿Cómo funcionaría un ataque del 51% contra Bitcoin?

Para ejecutar un ataque del 51% en Bitcoin, un atacante necesitaría controlar más de la mitad de su hash rate, que asegura la red a través de la Prueba de Trabajo (Proof of Work, PoW). Así podría suceder un ataque:

  1. Conseguir el hash rate mayoritario: El atacante debería adquirir más del 50% del hash rate de Bitcoin, que en 2025 ronda cientos de exahashes por segundo (EH/s). Esto requiere una inversión gigantesca en hardware de minería o subvertir mineros o pools existentes.
  2. Minar una cadena secreta: Con el poder mayoritario, el atacante puede minar bloques en secreto, creando dos versiones de la blockchain: una pública con sus transacciones y una oculta sin ellas.

3. Superar la cadena honesta: Minando más rápido que la cadena honesta, el atacante puede crear una cadena más larga, que según las reglas de Bitcoin, sería la válida.

4. Liberar la cadena maliciosa: El atacante difunde la cadena más larga, forzando a los nodos honestos a aceptarla. Esto efectivamente revierte transacciones previas, permitiendo realizar doble gasto.

5. Implicaciones: Las víctimas de las transacciones originales verán que esos pagos nunca existieron, permitiendo que el atacante conserve tanto los bienes adquiridos como las monedas.

Aunque suena alarmante en términos técnicos, lograr un ataque del 51% contra Bitcoin es extremadamente impráctico debido a:

  • Requisito de hash rate altísimo: Obtener 204 EH/s requeriría miles de millones de dólares en hardware y consumo eléctrico enorme.
  • Desafíos logísticos: El esfuerzo masivo para operar tantos mineros sería altamente visible y detectable.
  • Defensa de la comunidad: La red de Bitcoin cuenta con mecanismos para contrarrestar este tipo de ataques, como monitorización de shares y actualizaciones de emergencia si es necesario.

En última instancia, incluso un ataque de corta duración dañaría seriamente la confianza en Bitcoin.

Explicación de un ataque del 51%

¿Alguna vez Bitcoin ha sufrido un ataque del 51%?

Bitcoin nunca ha sufrido un ataque exitoso del 51% en toda su historia. Desde su lanzamiento en 2009, la red se ha hecho tan robusta que ningún atacante ha logrando controlar la mayoría del hash rate, ni siquiera momentáneamente. Ha habido algunos casos donde se rozó el límite:

  • Incidente de GHash.io (2014): GHash.io era un pool de minería que en 2014 llegó a reunir aproximadamente el 50% del hash rate de la red de Bitcoin. No fue un ataque malicioso, sino que muchos mineros se sumaron por las buenas recompensas y comisiones cero. Al percatarse la comunidad del peligro teórico del 51%, se alzó una alarma. GHash.io, respondiendo a la presión comunitaria y por responsabilidad, se comprometió a no superar el 40% y pidió a los mineros redistribuir el hash rate. Esto demostró el compromiso por evitar cualquier control mayoritario. Posteriormente, el predominio de GHash.io desapareció (el pool ya no existe). Este caso muestra que incluso acercarse al 51% es inaceptable en la cultura de Bitcoin.
  • Foundry USA & AntPool (2025): A mediados de 2025, los dos mayores pools de minería de Bitcoin – Foundry USA y AntPool – llegaron a reunir, de forma combinada, poco más del 50% del hash rate global por un breve período. Era una estadística combinada (alrededor del 30% con Foundry y 20% con AntPool), no un solo actor. Esto reavivó debates sobre riesgos de centralización. Es importante señalar que ambos pools son independientes y agrupan a miles de mineros distintos. La probabilidad de colusión es bajísima: para atacar la red haría falta convencer a muchos participantes de actuar contra sus intereses (un ataque desplomaría el precio de Bitcoin, perjudicando a esos mismos mineros). Tras el debate comunitario, la situación mejoró al redistribuirse parte del hash rate a pools más pequeños. No fue un ataque real sino una concentración observada de cerca.

Fuera de estos episodios, Bitcoin ha permanecido seguro. La magnitud del ecosistema de minería ha protegido a Bitcoin de cualquier toma hostil del 51%.

Cabe destacar que otras criptomonedas sí han sufrido ataques del 51%, especialmente aquellas con redes más pequeñas:

  • Ethereum Classic (ETC): Esta versión de Ethereum (usando PoW) sufrió varios ataques del 51% en 2019 y 2020. Los atacantes reorganizaron la cadena e hicieron dobles gastos, provocando pérdidas a exchanges. ETC tenía tan bajo hash rate que se podía alquilar poder de minado (por ejemplo con NiceHash) para superar la potencia de la red por breves períodos.
  • Bitcoin Gold (BTG): Un fork de Bitcoin, BTG fue atacado en 2018 y nuevamente en 2020. Hubo dobles gastos aprovechando su bajo hash rate (BTG usa otro algoritmo, pero menos seguro por participación reducida).
  • Otros altcoins: Docenas de criptomonedas PoW menos conocidas han sido víctimas con hash rates bajos. De hecho, toda moneda PoW es teóricamente vulnerable si no cuesta lo suficiente controlar el hash rate. Algunas comunidades han cambiado algoritmos o migrado a Proof of Stake (ya que estos ataques afectan casi en exclusiva a PoW).

Estos ejemplos muestran que los ataques del 51% son una amenaza real para redes pequeñas. Los atacantes incluso pueden usar minería en la nube o servicios de alquiler de hash rate para atacar sin comprar hardware – alquilando potencia por algunas horas para superar la red y lucrar con dobles gastos. En el caso de Bitcoin, alquilar suficiente hash rate es imposible – no hay disponible ni remotamente la potencia necesaria. Según estimaciones, mantener un ataque del 51% en Bitcoin costaría varios millones de dólares por hora solo en electricidad y alquileres, lo que es prohibitivo. En cambio, atacar una moneda chica podría costar solo unos miles de dólares.

Ethereum Classic 51% Attack

Ataque del 51% en Ethereum Classic (fuente)

¿Por qué es poco probable un ataque del 51% en Bitcoin (en 2025)?

Varios factores clave refuerzan la resistencia de Bitcoin ante ataques del 51% en 2025:

  • Hash Rate enorme: El hash rate de Bitcoin ha alcanzado máximos históricos en 2025. El crecimiento del poder computacional, gracias a la mejora de equipos de minería (ASICs más eficientes) y más mineros operando, implica que los recursos requeridos para un ataque crecen proporcionalmente. La red de Bitcoin es órdenes de magnitud más grande que cualquier otra criptomoneda PoW, haciendo de ella un objetivo extremadamente seguro. Además, cualquier actor que intente reunir semejante poder sería fácilmente detectado y enfrentaría muchos obstáculos.
  • Ecosistema de minería descentralizado: La minería está más descentralizada de lo que sugieren las estadísticas de pools. Aunque algunos pools agrupan gran parte del hash rate, los pools no son un solo actor, sino agrupaciones. Si un operador de pool intentara abusar, los mineros notarían rápidamente comportamientos extraños (bloques retenidos, pagos anómalos) y abandonarían dicho pool. Los mineros pueden migrar de pool en minutos si es necesario. Además, los incentivos de los pools son seguir minando honestamente: un ataque destruiría su negocio.
  • Incentivos económicos: Los mineros de Bitcoin han invertido mucho en hardware y reciben recompensas en BTC. Lanzar un ataque del 51% dañaría el valor de Bitcoin (dobles gastos exitosos minan la confianza, el precio caería). El atacante iría en contra de su propio interés económico. Se suele afirmar que un minero racional siempre gana más minando honestamente que atacando, porque los beneficios de una red sana superan cualquier doble gasto temporal. La única excepción sería un atacante sin interés de lucro (por ejemplo, un actor estatal hostil), pero aun así enfrentaría dificultades técnicas gigantescas.
  • Vigilancia de la comunidad y desarrolladores: La comunidad de Bitcoin está muy atenta a cualquier señal de centralización. Si alguna entidad se acerca al 51% de hash rate, surgen presiones y soluciones. Se han discutido opciones como sistemas de detección de reorganizaciones largas o incluso cambios en el algoritmo de PoW si hiciera falta para expulsar a un atacante persistente (aunque un cambio así sería extremadamente controvertido y un último recurso). Bitcoin es un ecosistema activo y respondería ante amenazas existenciales.
  • Protecciones adicionales: Aunque la Prueba de Trabajo se basa en la fuerza bruta de los hashes, Bitcoin tiene protecciones integradas contra reescrituras profundas. Por ejemplo, los nodos de Bitcoin por defecto no reorganizan más allá de 100 bloques, incluso si una cadena más larga aparece; esto sirve como control de cordura. La finalización se incrementa con la profundidad: un atacante como mucho podría revertir unos pocos bloques, ya que reescribir cientos daría tiempo a reaccionar y la red probablemente rechazaría la cadena. Por tanto, cualquier ataque realista es de alcance muy limitado.
  • El factor costo: Pongamos cifras. Supón que un atacante quiere sostener un ataque del 51% durante una hora. La red de Bitcoin podría consumir unas 130 TWh anuales (aprox. en los 2020s), o unos 15 GW promedio. La mitad para una hora serían 7,5 GWh. Incluso a una tarifa baja de $0,05/kWh, eso suma $375.000 solo en electricidad. Si sumas el costo de hardware (inviable de alquilar a esa escala), las tarifas de pools y otros cargos, los costos suben exponencialmente. Se estima que el gasto inicial en hardware ronda los miles de millones de dólares y los costos operativos, millones diarios. Todo ello para probablemente hacer doble gasto por montos mucho menores, lo que es totalmente irracional desde el punto de vista económico.

Más allá del ataque del 51%: otras consideraciones de seguridad

La pregunta “¿Puede ser hackeado Bitcoin?” suele enfocarse en los ataques del 51% porque es la debilidad teórica más reconocida en blockchains PoW. Sin embargo, la seguridad de Bitcoin también depende de otros factores:

  • Vulnerabilidades de software: ¿Podría un atacante explotar algún bug en el código de Bitcoin más fácilmente que con un ataque del 51%? El software de Bitcoin Core es open source y está auditado, pero sigue siendo software y pueden existir errores. En 2018, se detectó un bug (CVE-2018-17144) que habría permitido atacar los nodos o incluso inflar la oferta monetaria; fue corregido antes de ser explotado. La comunidad trabaja intensamente para detectar y arreglar estos fallos. Si bien no es un vector del 51%, un bug de software sería otra vía para “hackear” Bitcoin. Hasta ahora ninguno ha causado una catástrofe de protocolo y la red es muy cautelosa con las actualizaciones.
  • Amenaza de la computación cuántica: Se pregunta mucho si las computadoras cuánticas podrían hackear Bitcoin. Es una amenaza diferente: los ordenadores cuánticos, en el futuro, podrían quebrar las firmas criptográficas (basadas en curvas elípticas) que resguardan las direcciones de Bitcoin, permitiendo potencialmente robos si no se actualizan los algoritmos a tiempo. En 2025, la tecnología cuántica aún está lejos de atacar la criptografía de Bitcoin; además la comunidad ya investiga algoritmos resistentes a lo cuántico para estar preparada si se necesitara migrar. No es un ataque del 51%, pero sí otro ángulo de “hackeo” que suele mencionarse. Concluyendo: no es amenaza inmediata y hay tiempo para adaptarse si el riesgo se materializa.
  • Ataques sociales y centralización: Un ataque del 51% es fuerza bruta, pero “hackear” Bitcoin puede significar influencias menos obvias, como que gobiernos regulen demasiado a los mineros o que grandes operaciones busquen manipular el protocolo. La verdadera fortaleza de Bitcoin está en su consenso descentralizado entre usuarios, nodos y mineros. Mantener variedad de mineros en distintas regiones y manos es clave. El caso de 2025, con dos pools llegando a ~51%, fue una señal de atención, pero la comunidad y los incentivos de los mineros corrigieron la situación. Es un recordatorio de que el factor humano (gobernanza, la teoría de juegos) es tan importante como los números de hash rate.

Riesgos del ataque del 51%

Riesgos del ataque del 51% (fuente)

Conclusión: la seguridad de Bitcoin en 2025

La blockchain de Bitcoin ha demostrado ser sumamente segura a lo largo del tiempo. El ataque del 51% sigue siendo una amenaza teórica más que un riesgo real en el caso de Bitcoin. La inmensidad del hash rate de la red y los incentivos alineados de los participantes hacen que un ataque sea extremadamente improbable dado el estado actual de la tecnología y la economía. ¿Puede hackearse Bitcoin vía un ataque del 51%? En teoría sí, pero en la práctica no: sólo podría intentarlo quien disponga de recursos infinitos y desee autoperjudicarse.

Para usuarios e inversores, la frase “Bitcoin no puede ser hackeado” es válida en el sentido de que la criptografía y el consenso de red han resistido. Cuando haces una transacción Bitcoin y tiene varias confirmaciones, puedes estar extremadamente seguro de su permanencia. El riesgo de reorganización maliciosa (ataque 51%) es tan remoto, especialmente con más confirmaciones, que es despreciable para todo salvo transferencias millonarias (y aún en esos casos, el mayor peligro está en la seguridad de exchanges o errores del usuario, no en la cadena en sí).

Ahora bien, la comunidad de Bitcoin permanece alerta. La lección de las monedas pequeñas es que la vigilancia es clave para sostener la descentralización. El ecosistema de minería sigue sumando participantes y continúa el esfuerzo para evitar puntos de fallo únicos. Por esto, muchos apoyan la minería casera o, por lo menos, la diversificación geográfica global del hash rate para impedir su concentración.

En resumen, Bitcoin nunca ha sido atacado con éxito por el 51% y está formidablemente fortificado ante este riesgo. En 2025, se mantiene como una de las redes informáticas más seguras del planeta. Si bien ningún sistema es 100% invulnerable, cualquier intento de “hackear” Bitcoin vía un ataque mayoritario enfrentaría costos prohibitivos y una fuerte resistencia. Su diseño, consolidado por más de una década de desarrollo, garantiza su fiabilidad y seguridad para los usuarios. Puedes dormir tranquilo: la red cumple su función; céntrate en asegurar tus carteras y llaves personales, ya que éstas son mucho más vulnerables que la propia blockchain.

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