Venezuela recurre cada vez más a las criptomonedas, especialmente al USDT, como un componente crucial de su economía debido a la persistente escasez de divisas. Para finales de 2025, el sector privado ha adoptado ampliamente las stablecoins como USDT, USDC y DAI para pagos transfronterizos y transacciones cotidianas. Este cambio refleja una percepción creciente entre los venezolanos de las criptomonedas como herramientas financieras prácticas en lugar de activos especulativos. La dependencia de las stablecoins se ha vuelto esencial para enfrentar los desafíos económicos del país, con los niveles de soporte y resistencia en el mercado cripto desempeñando un papel significativo para los traders. Esta tendencia subraya el panorama financiero en evolución en Venezuela, donde las monedas digitales se están convirtiendo en parte integral de la estabilidad económica y el comercio diario.