La electricidad subsidiada en Libia ha impulsado un auge significativo en la minería de Bitcoin, contribuyendo aproximadamente con un 0,6% al hashrate global. Este aumento en la actividad minera ha ejercido una considerable presión sobre la red eléctrica del país, lo que ha llevado a las autoridades a intensificar su represión contra las operaciones mineras ilegales. La situación pone de manifiesto los desafíos que enfrentan las naciones con bajos costos de electricidad para gestionar las consecuencias no deseadas de la minería de criptomonedas.