China ha reiterado su prohibición de larga data sobre las actividades relacionadas con criptomonedas, enfatizando la aplicación bajo el marco de 2021 que clasifica dichas actividades como operaciones financieras ilegales. Esta postura, consistente desde 2017, no introduce nuevas prohibiciones legales, sino que refuerza las medidas existentes. En contraste, Hong Kong continúa manteniendo su enfoque abierto y basado en reglas hacia los activos virtuales. La región avanza con la legislación sobre stablecoins y las iniciativas de activos del mundo real (RWA), manteniendo un entorno regulatorio distinto de las estrictas políticas de la China continental.