El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de EE. UU. aumentó un 2,7 % en noviembre, marcando un aumento de la inflación menor al esperado. Esta cifra sorprendió a los analistas que habían anticipado una tasa más alta, reflejando una posible disminución de las presiones inflacionarias. Los datos podrían influir en las decisiones de política de la Reserva Federal, ya que sugieren una moderación en el aumento de los precios.