David Sacks, el zar de Cripto y IA de Estados Unidos, ha destacado los peligros potenciales de la inteligencia artificial cuando se utiliza para la vigilancia gubernamental y el control de la información. Sacks sostiene que la verdadera amenaza de la IA no proviene de las temidas revueltas de robots, sino de su aplicación en la supervisión y el control de la información. Esta perspectiva sugiere la necesidad de marcos regulatorios que aborden el uso ético de la IA en contextos gubernamentales, centrándose en la privacidad y las libertades civiles.