Trump anunció que el PIB de Estados Unidos creció un 4,3 % en el tercer trimestre, superando la tasa de crecimiento esperada del 3,2 %. Atribuyó este desempeño económico a una gobernanza efectiva y a las políticas arancelarias. Los factores clave incluyeron un aumento en el gasto de los consumidores, una mejora en las exportaciones netas y una reducción de los déficits comerciales, todo logrado sin presiones inflacionarias. La administración atribuye el sólido crecimiento a políticas económicas estables y a una mayor confianza del mercado.