El Banco Central de Rusia ha propuesto un marco regulatorio para las criptomonedas en el mercado nacional, permitiendo que tanto inversores calificados como ordinarios compren activos criptográficos bajo condiciones específicas. Los inversores ordinarios estarán limitados a criptomonedas de alta liquidez, sujetos a una prueba y a un límite anual de 300,000 rublos. Sin embargo, los inversores calificados pueden invertir en una gama más amplia de criptomonedas, excluyendo las monedas anónimas, sin ningún límite financiero. La propuesta clasifica las monedas digitales y las stablecoins como "activos de valor monetario", permitiendo su comercio pero prohibiendo su uso para pagos nacionales.