El aumento de los rendimientos de los bonos y las persistentes presiones de liquidez sobre los bancos más pequeños de EE. UU. están alimentando las expectativas de un posible regreso a la flexibilización cuantitativa (QE) de la Reserva Federal. A pesar de un recorte acumulado de 150 puntos básicos desde septiembre de 2024, los rendimientos de los bonos a 10 y 30 años se mantienen elevados, lo que indica escepticismo por parte de los inversores sobre la suficiencia de la política monetaria actual. La continua dependencia de los bancos más pequeños de las facilidades de liquidez de emergencia destaca la insuficiencia de las medidas a corto plazo, lo que lleva a instituciones financieras importantes como UBS y Bank of America a predecir nuevas iniciativas de la Fed para reforzar las reservas y gestionar la liquidez. Con los bancos centrales globales, incluidos los de China y Japón, relajando sus políticas, la Fed enfrenta una presión creciente para actuar. La reanudación de las compras de activos podría potencialmente mejorar los activos de riesgo y apoyar a las criptomonedas, haciendo eco de ciclos pasados.