Se ha propuesto establecer un refugio regulatorio bajo la Ley de Secreto Bancario para las empresas que utilicen de manera responsable la inteligencia artificial (IA) para mejorar los programas de cumplimiento contra el lavado de dinero (AML). Esta iniciativa tiene como objetivo mejorar la supervisión de transacciones y la presentación de informes de actividades sospechosas (SAR). El refugio regulatorio propuesto enfatizaría la gobernanza y los resultados, en lugar de imponer un modelo uniforme a todas las empresas, permitiendo enfoques personalizados para el cumplimiento.