Los fondos de pensiones están asignando cada vez más entre el 1 y el 2 % de sus activos a las criptomonedas, lo que señala un cambio hacia la madurez del mercado. Este año, el capital institucional ha inyectado 30 mil millones de dólares en el mercado cripto a través de ETFs, a pesar de la volatilidad de Bitcoin y los desafíos regulatorios. Los expertos sugieren que esta tendencia indica una mejora en la gobernanza y los ciclos del mercado, aunque advierten que las criptomonedas siguen siendo inversiones de alto riesgo. El enfoque cauteloso de los fondos de pensiones, con una exposición limitada, plantea dudas sobre el potencial de maduración del mercado a largo plazo sin una participación institucional más sustancial.