El gobierno japonés planea introducir un nuevo régimen fiscal para los activos de criptomonedas a partir de enero de 2028. Este sistema de "imposición por declaración separada" tiene como objetivo alinear la tributación de los activos criptográficos con la de los productos financieros tradicionales, como las acciones, que se gravan a una tasa fija del 20%. Actualmente, las ganancias por comercio de criptomonedas se clasifican como "ingresos diversos" y se gravan con tasas de hasta el 55% cuando se combinan con otros ingresos. Aunque se esperaba que el nuevo sistema fiscal se implementara en 2027 junto con la Ley de Instrumentos Financieros y Bolsa, fuentes políticas indican que se necesita más tiempo para su promulgación.