El marco regulatorio de Hong Kong para las criptomonedas, inicialmente diseñado para restringir el acceso a inversores profesionales, ahora se considera una barrera para la liquidez global. La decisión de 2021 de ampliar el acceso no ha abordado completamente los desafíos de la interoperabilidad transfronteriza, que sigue siendo un problema importante tanto para los participantes del mercado como para los reguladores. A medida que las empresas consideran los entornos regulatorios al elegir sus sedes, el diálogo continuo entre gobiernos es crucial para superar estas limitaciones.