Hong Kong tiene previsto lanzar un sistema centralizado de compensación de oro en 2026, gestionado por una entidad de propiedad gubernamental, con operaciones de prueba que comenzarán este año. Esta iniciativa tiene como objetivo mejorar las transacciones internacionales de oro y fortalecer la conectividad con la Bolsa de Oro de Shanghái. El desarrollo forma parte de la estrategia de Hong Kong para consolidar su estatus como un centro global de oro, ofreciendo mayores oportunidades de almacenamiento, refinación e inversión. La introducción de este sistema podría influir en la dinámica del mercado, afectando potencialmente a los comerciantes de altcoins, ya que el índice de miedo y codicia responde a la nueva infraestructura.