En 2011, Hal Finney, una figura pionera en el mundo de las criptomonedas, expresó optimismo sobre el futuro de Bitcoin. Señaló que cada día que Bitcoin sobrevive sin sucumbir a problemas legales o técnicos aumenta sus posibilidades de éxito y respalda una valoración más alta. Las primeras percepciones de Finney subrayan la resiliencia y el potencial de Bitcoin, que desde entonces se ha convertido en una piedra angular del panorama de la moneda digital.