Grayscale ha anunciado un retraso en su respuesta a las amenazas de la computación cuántica, estableciendo el año 2030 como un plazo crítico para abordar las preocupaciones de seguridad en criptomonedas. La empresa está priorizando las estrategias de adopción institucional hasta 2026, reconociendo la necesidad de una transición criptográfica para finales de la década. En contraste, Naoris está acelerando los esfuerzos para mejorar la seguridad de la blockchain con un protocolo post-cuántico diseñado para proteger sistemas globales. La compañía busca redefinir la seguridad de Web3 utilizando un enfoque descentralizado e inspirado en la biología. Mientras tanto, Ethereum está investigando algoritmos resistentes a la computación cuántica, como los STARKs, aunque el proceso de migración sigue siendo complejo.