La Fundación Ethereum ha anunciado un objetivo para lograr una seguridad de 128 bits para su blockchain de Capa 1 (L1) para el año 2026. Esta iniciativa forma parte de una estrategia más amplia para alinearse con los estándares criptográficos convencionales y mejorar la seguridad de la red. Un componente clave de este plan es el protocolo WHIR, que incluye una prueba de proximidad Reed-Solomon y un esquema de compromiso polinómico multilineal, diseñado para mantener los tamaños de datos por debajo de 300 KB. Este movimiento se considera un paso significativo en la hoja de ruta a largo plazo de Ethereum, apoyando su compromiso con una seguridad robusta y escalabilidad. Los analistas técnicos en el espacio cripto ven este desarrollo como un refuerzo de la posición de Ethereum como una plataforma blockchain líder, asegurando que su infraestructura permanezca segura y eficiente para el crecimiento futuro.