Un corte global de internet podría interrumpir gravemente la red de Bitcoin, dividiéndola potencialmente en tres regiones aisladas: América, Asia-Pacífico y Europa-África. Cada región, con tasas de hash variables — 45 % en América, 35 % en Asia-Pacífico y 20 % en Europa-África — produciría bloques de forma independiente, lo que llevaría a divisiones en la cadena y posibles reversiones de transacciones. Los intercambios y las billeteras podrían detener los retiros y los asentamientos en cadena durante la interrupción. Una vez que se restablezca la conectividad, los nodos se reorganizarían hacia la cadena válida más larga, un proceso que podría tomar horas y resultar en numerosos bloques huérfanos. Si el internet permanece caído indefinidamente, Bitcoin podría fragmentarse en redes regionales separadas con historiales de transacciones incompatibles.