La transformación de Ethereum de una red experimental a una infraestructura global se destacó en 2025 por desarrollos significativos. La red experimentó dos importantes hard forks, Pectra en mayo y Fusaka en diciembre, junto con tres aumentos en el límite de gas, mejorando su escalabilidad y funcionalidad. La SEC de EE. UU. proporcionó orientación sobre cumplimiento, y se levantaron las sanciones contra Tornado Cash, reflejando cambios regulatorios. La adopción institucional aumentó considerablemente a medida que JPMorgan y BlackRock ampliaron su participación, con BUIDL alcanzando los 30 mil millones de dólares. Los activos bajo gestión del ETF spot de Ethereum se dispararon a 286 mil millones de dólares, mientras que la oferta de stablecoins superó los 3 billones de dólares. Las soluciones de Capa 2 maduraron, el valor total bloqueado en DeFi alcanzó los 939 mil millones de dólares, y la integración de IA avanzó con la introducción del ERC-8004, destacando el papel fundamental de Ethereum en las finanzas y la tecnología.