Las firmas de valores chinas están desarrollando estrategias de blockchain que se alinean con las regulaciones locales, enfocándose en cadenas de consorcio para garantizar el cumplimiento y gestionar los costos. En contraste, los corredores de Hong Kong están aprovechando blockchains públicas como Ethereum y Solana para facilitar activos tokenizados y acelerar los asentamientos. Esta divergencia está además influenciada por el debate en curso entre valores y materias primas, lo que impulsa a entidades internacionales como JPMorgan a crear soluciones personalizadas de Capa 2 para navegar los desafíos de cumplimiento y estandarización.