Bitcoin experimentó una caída significativa después del discurso agresivo del gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, el 1 de diciembre, que insinuó posibles aumentos en las tasas de interés. Este anuncio interrumpió la estrategia de carry trade japonesa, donde los inversores tomaban prestados yenes a tasas de interés cercanas a cero para invertir en activos de alto riesgo como Bitcoin y acciones estadounidenses. A medida que se espera que las tasas japonesas aumenten, los inversores comenzaron a deshacer estas posiciones, lo que desencadenó una venta masiva de activos de riesgo. Además, la decisión de Japón de vender bonos del Tesoro de EE. UU., de los cuales posee 1.15 billones de dólares, para repatriar capital ha impulsado al alza los rendimientos estadounidenses, aumentando los costos de endeudamiento globales. Bitcoin, conocido por su volatilidad y falta de respaldo en datos, fue uno de los primeros activos en ser vendidos en este entorno.