La rentabilidad de la minería de Bitcoin alcanzó mínimos históricos en noviembre de 2025, con tasas de hash cayendo por debajo de $35 por petahash por segundo y costos de producción aumentando a $44.8 por petahash. Esto ha provocado un cambio significativo en la industria, con el 70% de las principales empresas mineras generando ahora ingresos a partir de infraestructura de inteligencia artificial. Este giro se produce mientras los mineros enfrentan períodos de recuperación extendidos que superan los 1,200 días y una mayor presión regulatoria. La transición hacia la IA se está acelerando, con empresas como Bitfarms planeando eliminar completamente la minería de Bitcoin para 2026, convirtiendo sus instalaciones en centros de computación de alto rendimiento. IREN aseguró un acuerdo de computación en la nube con GPU por $9.7 mil millones con Microsoft, destacando el creciente enfoque en la IA. Mientras tanto, las estrategias de financiamiento están evolucionando, con una reestructuración importante de capital a través de emisiones de notas convertibles e inversiones estratégicas en infraestructura de IA y energía. A pesar de los desafíos, los principales mineros están acumulando Bitcoin estratégicamente, lo que indica confianza en su valor a largo plazo. MARA posee 53,250 BTC, mientras que CleanSpark y Cango también reportan reservas significativas. Esta estrategia de acumulación sugiere que los mineros están apostando por una futura recuperación en la rentabilidad de Bitcoin, posicionándose para beneficiarse de posibles repuntes del mercado.