Los mineros de Bitcoin están explorando cada vez más la inteligencia artificial y la computación en la nube para diversificar sus fuentes de ingresos, ya que las ganancias tradicionales de la minería disminuyen. A pesar de un hashrate global récord de 1,16 ZH/s, el precio del hash ha caído a 35 dólares por PH/s, extendiendo el retorno de inversión para el nuevo equipo de minería a más de 1.200 días. Empresas como Cipher, IREN y CleanSpark están activamente buscando contratos relacionados con la inteligencia artificial, con IREN asegurando un acuerdo de 9.700 millones de dólares con Microsoft para GPUs Nvidia GB300. Aunque estas incursiones en la inteligencia artificial ofrecen un potencial nuevo ingreso, aún no han compensado completamente la significativa caída en la rentabilidad de la minería de Bitcoin. Mientras tanto, las acciones mineras han experimentado un aumento, impulsadas por calificaciones optimistas de analistas y acuerdos de alto perfil, aunque algunos objetivos han sido ajustados a la baja debido a la dilución de acciones y a las importantes tenencias de Bitcoin.