Bitcoin es cada vez más visto como una cobertura estratégica por parte de los inversores institucionales que enfrentan una inflación persistente, cambios en las políticas monetarias y tensiones geopolíticas. Para mediados de 2025, se espera que la claridad regulatoria y la mejora de la infraestructura del mercado impulsen la adopción institucional, con activos globales en ETFs de Bitcoin bajo gestión proyectados en 179.500 millones de dólares. La aprobación de ETFs de Bitcoin al contado a principios de 2024 y de ETFs de Ethereum en julio de 2024 ha reforzado la legitimidad de Bitcoin como un activo central en las carteras. Instituciones importantes como BlackRock y Fidelity han lanzado ETFs significativos, atrayendo miles de millones de fondos de pensiones y fondos de cobertura. Marcos regulatorios como MiCA de la UE y la Ley GENIUS de EE. UU. han establecido un entorno propicio para la participación institucional. Los analistas pronostican que el precio de Bitcoin podría oscilar entre 150.000 y 250.000 dólares en 2025–2026, con la posibilidad de superar los 750.000 dólares con una mayor adopción soberana.