El gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, ha expresado una preocupación significativa respecto a la situación actual en la Reserva Federal, describiéndola como "muy seria." Bailey enfatizó la importancia de la independencia del banco central, afirmando que comprometer esta independencia por otros objetivos representa riesgos extremos. Sus comentarios resaltan los peligros potenciales de la interferencia política en las operaciones de los bancos centrales.