El envenenamiento de direcciones, una táctica en la que actores maliciosos crean direcciones similares para engañar a los usuarios y hacer que firmen transacciones, sigue siendo una amenaza debido a la validez de estas transacciones y la disposición del usuario a firmar. La defensa más efectiva contra este tipo de ataque es la implementación de sistemas de detección previa a la firma. Estos sistemas pueden identificar direcciones similares y detectar historiales de transacciones envenenados en tiempo real, proporcionando una capa crucial de seguridad para los usuarios.