Un número creciente de jóvenes inversores está recurriendo a las criptomonedas como una alternativa al mercado inmobiliario tradicional, impulsados por los precios inasequibles de la vivienda y los salarios estancados. Un estudio reciente indica que las criptomonedas son cada vez más vistas como un sustituto del esquivo sueño americano, con tendencias similares observadas en Corea del Sur y Japón. Los críticos argumentan que las finanzas institucionales han contribuido a burbujas especulativas, especialmente en el mercado inmobiliario, donde ciudades como Austin y Sarasota han experimentado aumentos significativos en los precios. Jóvenes inversores con activos que oscilan entre $50,000 y $300,000 participan activamente en el mercado de criptomonedas, buscando oportunidades financieras fuera de un sistema que perciben como inequitativo.