El futuro del yen japonés sigue siendo incierto, ya que los mercados de divisas globales muestran una división en las perspectivas. Bank of America (BoA) informa que el 30 % de los gestores de fondos anticipan que el yen tendrá un mejor desempeño para 2026, impulsado por una posible normalización de la política en Japón. Sin embargo, el yen ha alcanzado recientemente un mínimo de nueve meses y medio frente al dólar debido a presiones a corto plazo. Esta divergencia está influenciada por la contracción económica de Japón en el tercer trimestre y las expectativas de una continuación de la flexibilización monetaria bajo la primera ministra Sanae Takaichi. Además, las sugerencias de la ministra de Finanzas, Satsuki Katayama, sobre un estímulo fiscal mayor han generado preocupaciones sobre las finanzas públicas y la estabilidad del tipo de cambio.