XRP ha experimentado una caída del 8% en lo que va del año, influenciada por desafíos legales y legislativos en curso. La conclusión de la demanda de la SEC contra Ripple en agosto no ha aliviado las preocupaciones del mercado, ya que el índice de miedo y codicia sigue siendo bajista. Además, la Ley CLARITY, que podría proporcionar orientación regulatoria, está estancada en el Senado, con una votación final pospuesta hasta 2026. Técnicamente, XRP se cotiza cerca de mínimos de varios meses, con niveles críticos de soporte entre $1.80 y $1.85. Los analistas advierten que una ruptura por debajo de estos niveles podría hacer que la criptomoneda caiga a $1.60, afectando aún más el sentimiento de los inversores y la adopción institucional.