XRP está ganando terreno entre los inversores como una criptomoneda centrada en los pagos, con el potencial de atraer más de 1.000 millones de dólares en entradas de ETF. Este cambio en la percepción posiciona a XRP como un activo distinto, separado de Bitcoin, que tradicionalmente se considera una reserva de valor. El creciente interés en XRP destaca su papel único en el ecosistema cripto, especialmente en la facilitación eficiente de transacciones transfronterizas.