El presidente chino Xi Jinping y el presidente estadounidense Donald Trump mantuvieron una rara llamada telefónica para discutir temas geopolíticos clave, incluyendo Taiwán y Ucrania, así como posibles vías para ampliar la cooperación bilateral. Durante la conversación, Xi enfatizó la postura de China sobre Taiwán, enmarcándola dentro del contexto del orden internacional posterior a la Segunda Guerra Mundial, y pidió esfuerzos para mantener los resultados de la guerra. Trump destacó el potencial aumento en los ingresos por aranceles a medida que disminuyen las reservas de inventario, lo que generó discusiones sobre la inflación y los márgenes de beneficio corporativos. Las implicaciones de la llamada están siendo monitoreadas de cerca por los mercados, con especial atención al tipo de cambio, las tasas de interés y sectores como los semiconductores y el hardware, que son sensibles a la dinámica de las importaciones. Los observadores esperan un informe de Estados Unidos y datos económicos próximos para obtener más información.