A medida que se acerca el fin de año, la liquidez en los mercados globales se está reduciendo, aumentando las preocupaciones sobre una posible volatilidad. El dólar estadounidense se mantiene respaldado por rendimientos estables de los bonos del Tesoro, con el rendimiento a 10 años rondando el 4,16%. Según la estratega de Exness, Maria Agustina Patti, esta estabilidad limita la caída del dólar a pesar de las debilidades recientes. Los inversores ahora están centrando su atención en los próximos datos del PIB y de bienes duraderos de EE. UU., que se espera influyan en la dinámica del mercado en medio de las actuales restricciones de liquidez y los mayores riesgos de volatilidad.