La financiación de capital de riesgo en criptomonedas alcanzó los 8 mil millones de dólares en el tercer trimestre de 2025, impulsada por la estabilidad regulatoria bajo la administración Trump. La postura pro-cripto y el auge de la tokenización han transformado la regulación de un desafío a una ventaja competitiva, señalando un cambio hacia marcos predecibles y salidas institucionales. Los fondos con sede en EE. UU. representaron un tercio de la actividad, con la claridad federal sobre las stablecoins y el cumplimiento atrayendo a las instituciones de vuelta al mercado. El Índice de Confianza de Capitalistas de Riesgo de Silicon Valley se recuperó en el segundo trimestre, indicando una recalibración hacia los fundamentos a medida que la política reemplaza al sentimiento como la principal brújula de riesgo. State Street informa que el 60 % de las instituciones planean duplicar la exposición a activos digitales en tres años, con el capital privado y la deuda tokenizados convirtiéndose en fuentes clave de liquidez. A pesar de los desafíos macroeconómicos, como las preocupaciones sobre la deuda de EE. UU. y la especulación sobre la IA, se espera que la nueva disciplina del sector se mantenga, con los fondos tokenizados convirtiéndose en el estándar para la liquidez.