El 29 de diciembre, los mercados bursátiles de Estados Unidos abrieron a la baja, reflejando un menor impulso alcista. El Promedio Industrial Dow Jones disminuyó un 0,19%, el S&P 500 cayó un 0,43% y el Nasdaq Composite bajó un 0,75%. Los datos en cadena indicaron entradas débiles en activos tecnológicos, lo que contribuyó a la caída. En el sector de materias primas, los precios de los metales preciosos cayeron, afectando significativamente a las acciones mineras. Las caídas notables incluyeron a Pan American Silver, Cordillera Mining, Harmony Gold y Newmont Mining, cada una con una baja aproximada del 5% en la apertura del mercado.