El cierre continuo del gobierno de EE. UU., que ya lleva 36 días, ha provocado una venta masiva significativa en los mercados globales, afectando activos importantes como Bitcoin y Nasdaq. La Cuenta General del Tesoro ha aumentado a más de 1 billón de dólares, drenando efectivamente la liquidez del sistema financiero, similar a las agresivas subidas de tasas de la Reserva Federal. Esta escasez de liquidez ha provocado un aumento en las tasas de préstamos a un día y un incremento en los incumplimientos en bienes raíces comerciales y préstamos para automóviles, lo que indica una crisis económica en deterioro. Los analistas están divididos sobre el futuro, con algunos pronosticando desafíos económicos prolongados, mientras que otros esperan una posible recuperación de la liquidez.