Se espera que un posible cierre del gobierno de EE. UU. tenga un impacto limitado en el sector de las criptomonedas en comparación con años anteriores. Sin embargo, podría retrasar aún más iniciativas que ya están estancadas. El cierre podría afectar los procesos regulatorios y la implementación de nuevas políticas, ralentizando el progreso en la industria cripto.