La economía de Estados Unidos ha sufrido una pérdida de 11 mil millones de dólares debido al reciente cierre del gobierno, según Bessent. A pesar de este impacto financiero significativo, la economía no corre actualmente el riesgo de entrar en recesión. Se espera que los efectos del cierre, aunque sustanciales, no desestabilicen la estabilidad económica general del país.