El dólar estadounidense está en camino de registrar su mayor caída anual en ocho años, con el índice spot del dólar bajando un 8.1% en lo que va del año. Esta caída se atribuye al impulso del presidente Trump para un presidente de la Reserva Federal con una postura dovish, lo que ha alimentado las expectativas de una postura más agresiva de recortes de tasas. La próxima transición en el liderazgo de la Fed, que se espera concluya en mayo, se anticipa que impactará significativamente la trayectoria del dólar a principios de 2025. Los analistas del mercado predicen al menos dos recortes de tasas el próximo año, en contraste con las políticas monetarias restrictivas en países como Canadá, Suecia y Australia. Esta divergencia en la política monetaria está erosionando aún más el atractivo del dólar para los inversores, quienes se preparan para posibles cambios en el panorama económico global.