Se espera que el dólar estadounidense enfrente desafíos continuos en 2026, tras una caída significativa este año, según Abbas Owainati de Charles Stanley. El debilitamiento de la moneda se atribuye a preocupaciones sobre la sostenibilidad fiscal, la incertidumbre política y los cambios en los flujos de capital. Owainati anticipa más recortes en las tasas de la Reserva Federal, lo que podría agravar la caída del dólar. Un dólar más débil podría tener implicaciones positivas para las acciones de los mercados emergentes al aliviar las cargas de deuda y mejorar los rendimientos. Esta tendencia refleja dinámicas de mercado más amplias a medida que los inversores se ajustan a las condiciones económicas cambiantes y a las políticas monetarias.