Estados Unidos ha añadido recientemente 121,000 Bitcoin a sus reservas, adquiridos mediante incautaciones de estafas conocidas como "pig butchering". Esta acumulación significativa destaca los esfuerzos continuos para combatir el fraude relacionado con las criptomonedas. Sin embargo, Samson Mow, una figura prominente en la comunidad cripto, ha expresado preocupaciones sobre la estrategia de construir una reserva nacional basada en activos incautados, describiéndola como potencialmente arriesgada. La advertencia de Mow surge en medio de discusiones sobre la sostenibilidad y seguridad de depender de criptomonedas confiscadas para las reservas nacionales. El debate subraya las complejidades involucradas en la gestión de activos digitales a nivel gubernamental, especialmente cuando estos provienen de actividades ilícitas.