Jason Lowe, un hombre de 39 años de North Yorkshire, Inglaterra, ha sido condenado a 33 meses de prisión por malversar más de £500,000 de su empleador y convertirlos en criptomonedas para apostar. La malversación ocurrió entre 2016 y 2024, durante los cuales Lowe falsificó pagos a empresas como Meteorbrand. A pesar de que su cuenta bancaria fue señalada por actividad sospechosa, Lowe afirmó falsamente que los fondos provenían de la venta de un negocio personal en 2021. Una investigación interna de la empresa reveló el fraude, lo que llevó a una crisis de confianza entre los empleados. La unidad de delitos económicos de la policía rastreó las transacciones de criptomonedas, confirmando las actividades ilegales de Lowe. Este caso destaca la creciente intersección entre el delito financiero y el uso indebido de criptomonedas.