Twenty One Capital sufrió un revés significativo durante su debut en la Bolsa de Nueva York, con las acciones desplomándose casi un 20%. La caída refleja la reticencia de los inversores a pagar primas que superen el valor de las tenencias subyacentes de Bitcoin de la empresa. Este enfoque cauteloso sugiere una creciente desconfianza hacia las acciones que dependen en gran medida de las reservas de Bitcoin, lo que plantea dudas sobre la sostenibilidad de tales estrategias de inversión.