El mercado de criptomonedas de Turquía está previsto que alcance un volumen de transacciones de 200 mil millones de dólares para 2025, impulsado por la depreciación de la lira y la alta inflación, según Chainalysis. El aumento se debe principalmente al comercio de altcoins, ya que los inversores institucionales buscan mayores rendimientos, mientras que la participación minorista disminuye. A pesar de la prohibición de pagos con criptomonedas por parte del Banco Central de la República de Turquía (CBRT), los activos digitales se utilizan cada vez más para remesas internacionales y la tokenización de activos del mundo real. Se están llevando a cabo desarrollos regulatorios, con la enmienda a la Ley de Mercados de Capitales de 2024 que introduce un marco legal para los intercambios, incluyendo el cumplimiento contra el lavado de dinero y una tarifa anual del 2% sobre las transacciones. Además, un impuesto propuesto del 0,03% sobre las transacciones y el proyecto de la lira digital buscan integrar las criptomonedas en la economía formal. Grandes bancos como Garanti BBVA y Akbank ahora ofrecen servicios de criptomonedas, lo que indica una creciente legitimidad. Sin embargo, persisten desafíos como la volatilidad, los riesgos de seguridad y los costos de cumplimiento, mientras Turquía busca equilibrar la innovación con la supervisión regulatoria.