Turquía está pasando de una prohibición de los pagos con criptomonedas a la implementación de regulaciones integrales para los activos criptográficos. El nuevo marco otorga a la Junta de Investigación de Delitos Financieros la facultad de congelar cuentas de criptomonedas, lo que representa un cambio significativo en la supervisión. Además, los activos criptográficos ahora se clasifican como activos intangibles no monetarios, lo que permite que las normas fiscales vigentes para empresas e individuos se apliquen bajo las categorías de activos intangibles o ganancias de capital.