La administración Trump logró avances significativos en el sector de las criptomonedas, especialmente con la introducción de la Ley GENIUS, que tenía como objetivo fomentar la innovación y la claridad regulatoria. Sin embargo, estos logros se han visto empañados por cierres posteriores, retrasos y controversias continuas que han oscurecido el progreso inicial. La Ley GENIUS fue vista como un movimiento clave para integrar las criptomonedas en los sistemas financieros convencionales, pero la agitación política y regulatoria circundante ha obstaculizado su pleno potencial.