Donald Trump ha adquirido 82 millones de dólares en bonos corporativos y municipales de grandes empresas tecnológicas, incluyendo Meta e Intel, entre finales de agosto y principios de octubre de 2025. Estas inversiones, gestionadas por una institución financiera externa, han generado preocupaciones sobre posibles conflictos de interés debido a la posición de Trump como presidente de Estados Unidos y la superposición con sectores políticos. Expertos en ética y analistas están examinando de cerca estas transacciones para garantizar la transparencia y el cumplimiento. Aunque la adquisición de bonos podría influir potencialmente en decisiones estratégicas en los sectores tecnológico y financiero, no se ha reportado ningún impacto directo en el mercado de criptomonedas.