Los depósitos bancarios tokenizados, que implican registrar los saldos bancarios en la cadena de bloques, están siendo criticados por carecer de la flexibilidad y las características técnicas de las stablecoins. Omid Malekan, profesor adjunto en la Columbia Business School, sostiene que estos depósitos son menos ventajosos y que eventualmente podrían ser reemplazados por stablecoins. Malekan destaca que las stablecoins, especialmente aquellas que están sobrecolateralizadas, mantienen una reserva 1:1 en efectivo o equivalentes de efectivo, ofreciendo una mayor seguridad desde la perspectiva de la responsabilidad en comparación con los bancos de reserva fraccionaria que emiten depósitos tokenizados. Además, las stablecoins son composables, lo que les permite integrarse y utilizarse sin problemas en diversas aplicaciones dentro del ecosistema cripto. En contraste, los depósitos bancarios tokenizados están sujetos a requisitos de permisos, controles de verificación de identidad del cliente (KYC) y ofrecen una funcionalidad limitada, lo que restringe su usabilidad y atractivo en el panorama financiero digital en rápida evolución.