Texas se ha convertido en el primer estado de EE. UU. en invertir en Bitcoin, destinando 10 millones de dólares a su nueva Reserva Estratégica. Este movimiento representa un paso significativo en la adopción de criptomonedas por parte de los gobiernos estatales, reflejando un creciente interés institucional en los activos digitales. La inversión tiene como objetivo diversificar las tenencias financieras del estado y aprovechar el potencial de Bitcoin como reserva de valor.