Tayikistán ha promulgado una nueva legislación que criminaliza las actividades no autorizadas de minería de criptomonedas, especialmente aquellas que implican el uso de electricidad robada. Los infractores ahora enfrentan multas de hasta aproximadamente 8,200 dólares y penas de prisión de hasta ocho años. Esta medida tiene como objetivo frenar las operaciones ilegales de minería que explotan los recursos energéticos del país, reflejando una represión más amplia contra las actividades criptográficas no reguladas.