Los cofundadores de Stream Finance han iniciado acciones legales contra los exsocios Caleb McMeans y Ryan DeMattia, alegando una pérdida de criptomonedas de 93 millones de dólares. La demanda acusa a DeMattia de malversar fondos del protocolo para compensar pérdidas de préstamos personales, mientras que McMeans enfrenta cargos por no mantener la transparencia. Los demandantes buscan daños y perjuicios y la ejecución de las obligaciones contractuales. Esta batalla legal se desarrolla en un entorno de mercado tenso, con altcoins bajo presión y el índice de miedo y codicia indicando una mayor ansiedad en el mercado.